El té es una bebida muy consumida, de hecho, es considerada la segunda bebida más consumida. Se basa en agua caliente con hojas secas provenientes de la planta del té.
Al ser de las más consumidas está presente, en la actualidad en cualquier rincón del mundo. Sus propiedades anti estrés, y los tantos nutrientes y vitaminas que posee la hacen una bebida recomendada y muy fácil de realizar.
El té y sus propiedades.
Existen más de 3.000 tipos, algunos más presentes en ciertas regiones que otros. El más estudiado y famoso es el té verde. Este último es considerado una medicina natural al alcance de cualquier persona. Los usos y beneficios que se le han atribuido son antioxidante; ayudando a retardar el envejecimiento, depurativo, rico en vitaminas A, B y C, y como digestivo. Otro de los usos muy famoso es para perder peso, donde se ha visto buenos resultados y ya son un haz bajo la manga para algunas personas, en caso de tener unos kilos de más.
Para el control de estrés los que más se utilizan son el té de tilo o valeriana. Además, la valeriana actúa para producir sueño, en caso tanto de estrés como de insomnio.
Es importante saber a qué temperatura debemos tener el agua para preparar nuestro té, que puede venir en bolsitas contenidas de hojas secas o las hojas directamente. Si son hojas pueden ir en el agua y hervirla junto con esta. Sin embargo, el té verde no debe hervirse ya que las hojas hervidas darán un sabor agrio al agua. Los tés que vienen en bolsa se colocan sobre agua caliente, anteriormente hervida. Si se desea se puede utilizar tanto azúcar como miel para darle un toque dulce.
¿Dónde crece el té?
Especificar un solo lugar o suelo donde está presente el té no es posible, debido a que como se ha mencionado hay más de 3.000 tipos. Los suelos tanto arcillosos, rocosos, arenosos y francos son una opción viable para los distintos árboles y plantas. El origen de esta famosa bebida es oriental y luego fue extendiéndose hasta regiones vecinas.
Los lugares donde su uso es más pronunciado es en América, Europa, China, Japón, entre otros. El secado de las hojas o partes de la planta debe ser el óptimo. Su almacenamiento también es primordial para conservar las propiedades, aroma y sabor. Es un error mantenerlo expuesto al sol, aire y humedad, sus mayores enemigos. Los recipientes para almacenar nuestro té deben ser idealmente de cerrado hermético y sin dejar que pase la luz por las paredes del mismo, es mejor un frasco con dibujos o color oscuro y uniforme. No podemos mantenerlo cerca de alimentos con olor fuerte.
Luego de comprado, el té puede mantenerse en buenas condiciones para consumirse por dos años.
Es la bebida preferida para pasar una tarde lluviosa en casa, para situaciones estresantes y además de ello, algunos con propiedades medicinales que pueden ayudarnos tanto a combatir molestias como a sumar nutrientes a nuestro cuerpo.
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