Las rosas son quizás una de las flores más difundidas por el mundo, esto gracias a sus bellas características que las han convertido en el símbolo del amor. A diario en el mundo se regalan miles de rosas y forman parte fundamental de arreglos florales, pero también son muy populares para su siembra en los jardines.
La rosa común es solamente uno de los géneros que forma parte de la familia de las rosáceas; de las rosas como tales, podemos encontrar alrededor de 100 variedades que aunque reúnen las mismas características, tienen también ligeras diferencias producto de hibridaciones que les han permitido adaptarse mejor a variados ambientes. El lugar donde vive la rosa se extiende por todo el mundo aunque realmente son oriundas de Asia.
La rosa
Las rosas son arbustos con algunas particularidades con respecto a otras plantas florales de este mismo tipo. Sus tallos son de tipo semi leñoso y pueden alcanzar alturas de entre dos a cinco metros. Existen algunas variedades de rosa de tipo trepador que se ayudan de troncos o de otras plantas para crecer aún más; en este caso si las condiciones les son favorables podrían superar los 10 metros de alto, aunque esto se presenta en raras ocasiones.
Sus tallos se caracterizan por poseer espinas, las cuales protegen al arbusto de algunos depredadores. Las rosas crecen durante el verano, la mayoría de las variedades poseen una exquisita fragancia y pueden ser completas o hermafroditas. Los pétalos pueden crecer de forma más abierta o más compacta dependiendo de la variedad de rosa.
¿Dónde crecen las rosas?
Las rosas son plantas que necesitan de algunos cuidados especiales, sin embargo el lugar donde viven las rosas puede ser muy variado y se pueden adaptar a muchas condiciones, aunque se desarrollan mejor en climas cálidos o en lugares donde no estén expuestas a temperaturas menores a 15 grados centígrados por períodos prolongados, ya que no tienen resistencia a las heladas.
La flor de la rosa necesita una buena fuente de luz solar directa; crece mejor en terrenos de tipo arcilloso y se producirán flores más bellas si al suelo se agregan nutrientes de tipo orgánico. En relación con el riego, necesitan que la tierra permanezca húmeda, pero un exceso de agua puede desarrollar hongos en la planta. Lo conveniente es regar aproximadamente cada dos días, dependiendo de la calidad para retener agua que tenga el suelo.
Cuando se recolecten las rosas, durante el verano, se deberán cortar los tallos en un ángulo de 45 grados para no estropear la planta. Luego de la época de floración y para resguardar a la planta de los períodos fríos, es conveniente cortar todas las ramas secas y las que no estén produciendo botones. Este corte también se realizará en ángulo y debe efectuarse por encima de la yema.
Al cortar rosas para colocarlas en floreros es mejor cortar aquellas que aún están por abrirse, de esta forma se abrirán mientras están en el agua y se mantendrán bellas por más tiempo.
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